¿Sabes qué puede hacer que surjas y superes los problemas que puedas tener en tu vida? El autoconocimiento personal. Y es que solo conociendo cuáles son tus debilidades y fortalezas, tendrás las herramientas para actuar de la manera adecuada ante cualquier situación y sabrás cómo afrontar cualquier obstáculo que se te presente.

Una de las formas en las que te puedes ayudar es a través de la oración, para que tengas discernimiento y sepas cuáles son tus debilidades, de manera que seas consciente y capaz de surgir en tu entorno. Si sabes identificarlas, podrás delegar esas tareas que se te hacen más difíciles y que forman parte de esas debilidades, y quitarás esas piedras en el camino que te impiden llegar a tu meta.

El autoconocimiento personal como estilo de vida

El primer paso para el autoconocimiento personal es quererte a ti mismo. Tu amor propio te permitirá observarte de manera intrínseca y evaluar cuáles son esos aspectos de tu vida en los que te falta fuerza o vigor. Esos episodios que no has podido superar a nivel físico, emocional, intelectual, eso que te impide sentirte realizado, es lo que forma parte de tus debilidades.

Una manera de convertirlas en fortalezas es a través de la aceptación. Debes hablar de ellas y perderle el miedo a personas tóxicas que se enfocan en esos puntos débiles que tienes para hacerte sentir mal. Entender que las debilidades se ‘superan’ si se conocen, te ayudará a ver las cosas desde una perspectiva mucho más positiva.

Así también, es importante que a través del autoconocimiento personal reconozcas cuáles son tus fortalezas, para que actúes en todo aquello en lo que destacas y demuestres en qué eres realmente bueno. Autoconocerse implica estar consciente de cada una de las actitudes que se tienen y entender cuáles son las situaciones en las que puedes participar activamente y cuáles son esas que te generan malestar y para las cuales necesitas que otra persona actúe en lugar tuyo.

No debes sentirte mal por las debilidades que tienes, te invito a que las aceptes y se las entregues a Dios. Él te indicará las claves para que salgas adelante, aun cuando tienes esas debilidades, porque iluminará tu mente para que sepas cómo actuar y cómo aprovechar cada una de tus fortalezas. Recuerda que mientras más centrado estés en tus objetivos, mayor será el éxito que obtendrás en tu vida personal y profesional. ¡Enfócate y dale la mano a tus fortalezas y debilidades!