Es un poco curioso que cuando estamos en reuniones con amigos o colegas y se habla de responsabilidad social corporativa (RSC) en Honduras, muchos piensen que es algo que involucra solo a sectores privados de la economía, empresarios accionistas y propietarios de empresas u organizaciones públicas ministeriales.

Como latinoamericanos estamos acostumbrados a ver que las tímidas acciones sociales vengan de los gobiernos de turnos con sus políticas asistencialistas hacia grupos sociales específicos. Es como si estuviésemos condicionados, todos, desde las empresas hasta los ciudadanos, a que las organizaciones públicas o privadas sean las principales promotoras de la Responsabilidad Social Empresarial.

Es precisamente esta mirada del ciudadano promedio la que nos hace ignorantes del papel importante que viene cumpliendo el tercer sector en Honduras, desde hace ya varios años.

Responsabilidad social corporativa desde el tercer sector

Existe un lugar de la economía nacional que pocos conocen y que las más de las veces se le  confunde (cuando dirige una acción social) con el sector privado o gubernamental del país. Pero nada más lejos de la realidad.

Este lugar de la economía del que te hablo se llama el tercer sector de la economía , que no tiene que ver ni con los intereses de un grupo de accionistas ni con el plan de gobierno de alguna entidad pública o partido.

Las personas que estamos desde hace mucho, digamos, operando desde el sector de la economía, somos en parte ejemplos de RSC, porque cuando brindamos asistencias sociales en comunidades, hospitales, etcétera, nos motiva las ganas de generar bienestar social, sin necesariamente estar atados a empresarios o entes gubernamentales.

La responsabilidad social en Honduras, manifiesta en el Tercer Sector,  surge principalmente de la voluntad de ciudadanos que con empresas y otros sectores promueven valores sociales como la cooperación y la solidaridad hacia nuestro prójimo. Y eso es lo que buscamos con la Fundación Chito y Nena Kafie.

Mi fundación (que creé inspirado en mis padres, Luis y Elena Kafie) a mediados de la primera década del presente siglo dio un salto adelante en cuanto a compromiso con los sectores socialmente vulnerables. Teniendo como lema “Primero dios y el prójimo”, esta fundación se organiza en tres ejes que consideramos impulsores del desarrollo social, habló de:

• La educación 
• La salud
• La comunidad.

Desde entonces, como fundación que impulsa la responsabilidad social corporativa  nuestro afán ha sido ayudar a quien lo necesite, a nuestro prójimo, siempre convencidos que de esta manera contribuimos a que nuestra amada Honduras sea un mejor lugar para esta y las futuras generaciones.