El mundo empresarial no solo se trata de cálculos fríos orientados a lograr objetivos per se, sino que en cuanto actividad humana le subyacen valores, una ética, que debe ser parte de toda educación empresarial. 

Quizá las instituciones técnicas ponen su mayor esfuerzo en que generaciones de jóvenes se formen bajo unos postulados pragmáticos que los lleven a ejecutar eficientemente acciones precisas orientadas a la consecución de objetivos definidos, y no es que esto esté mal, pero el mundo empresarial es más que acciones técnicas. En todo caso estas deben obedecer a unos principios rectores, hablo de ethos.

La educación empresarial desde la libertad

La ética empresarial con la que crecí descansaba, antes que todo, en esa palabra tan abusada y empleada hoy en día un poco ligeramente, es decir, la libertad. Cuando es el principio de la libertad el motor de la educación en los negocios, vemos que hay una visión de la empresa más abarcadora, porque hablamos de la libertad individual.

Lo que intento decir es que, como empresario, cuando realizo lo que en apariencias es una negociación, un nuevo contrato, en realidad lo que estoy ejerciendo primeramente es mi derecho a elegir, mi libertad de decidir con quién y en base a qué acuerdos hago intercambios comerciales.

Entonces, cuando hablo de ética empresarial me refiero a que en la formación de las nuevas generaciones debe fomentarse el derecho a la creatividad individual y su libre curso.

Si nos ponemos a revisar y a pasar revista sobre lo que como sociedad, hemos conseguido en nuestra historia gracias a una pedagogía empresarial, veremos que estos logros solo han podido ser posible gracias a una ética empresarial que respeta al individuo y sus intereses. 

Hay muchos ejemplos bastante claros donde la juventud se siente bien identificada. Por ejemplo, Steve Jobs, un individuo cuya creatividad tanto para la tecnología como para los negocios resultó en un bien mayor, no solo para su sociedad sino para el mundo entero. Y esto solo pudo ser posible porque su sociedad garantiza que las iniciativas de las pequeñas empresas compitan libremente.

¿Ves como la educación del mundo empresarial tiene que ver con la libertad como principio rector? Entonces, ¿cómo fomentarla?

Fomentar la educación empresarial en Honduras 

Por ello creo que hay que educar sobre el mundo empresarial bajo tres valores que:

• Entiendan que toda empresa debería ser una organización empresarial con valores que promuevan la libertad del individuo.
• Fomenten y apoyen el talento individual y su creatividad.
• Promuevan la responsabilidad

Solo teniendo conciencia de la centralidad que juega la libertad como valor fundamental para una educación empresarial en Honduras, tendremos empresarios altamente talentosos y creativos en nuestro país porque serán sujetos de derechos, es decir, con libertad para competir e intercambiar libremente en un mundo realmente libre.