Soy de los que creo que el motor de la historia está más en los hombres de fe, que en las máquinas; primero porque estas últimas carecen de sentimientos, y segundo porque la fe puesta en el hombre es un principio que mantengo. Por esto que apostar por un tipo de humanismo empresarial es más que una necesidad, un deber, en nuestra actualidad.

Mis años comprometidos de manera directa y personal con fundaciones que promueven la solidaridad y humanismo social en Honduras, me han acercado a las comunidades, a hombres y mujeres de diversos sectores, de diferentes orígenes sociales, pero que tienen en común la tenacidad, el compromiso por el trabajo y ganas de prosperar.

Estas apenas son algunas de las cosas que me inspiran a hablarte de la necesidad de construir empresas verdaderamente humanas. Las demás razones, sigue leyendo, te las seguiré comentando.

¿Por qué apostar por un humanismo empresarial?

El trabajo dentro de mi fundación Chito y Nena Kafie me ha llevado a ser más solidario y empático con nuestros semejantes y sobre todo, a entender que por más tecnología que haya en el mundo, en las empresas y negocios más vanguardistas, habrá hombres y mujeres haciendo que cada proceso de trabajo sea cumplido. 

La verdad es, que veo toda empresa de negocios como una comunidad compuesta por una especie de familia adoptiva que tiene unos intereses comunes y principios compartidos por los cuales luchar.

En este sentido, pienso que, si bien hoy los más jóvenes hablan mucho de los avances en áreas como la informática, los celulares son cada vez más inteligentes, llegando a ser una herramienta de trabajo; pero digo que a pesar de ello, el capital o activo que más valor tiene dentro de una empresa es el empleado, personas que hacen que esa tecnología funcione.

Cuando empezamos a entender que son las personas, los empleados, nuestra nómina, el bien principal de nuestro negocio o empresa, entonces los colocaremos por delante de las tecnologías informáticas y este será el primer paso para construir el humanismo en las empresas.

Empresas más humanas, mejores resultados

Cuando colocamos al hombre en el centro del universo empresarial estamos no únicamente practicando un tipo de humanismo que se echa de menos hoy, sino asegurando mejores resultados en cada fase de trabajo de tu empresa.

Pero, para que nuestro capital humano empresarial consiga mejores resultados, este debe ser motivado, brindándoles un contexto digno de trabajo que le proveerá felicidad, dinamismo, compromiso con los objetivos y todo ello hace que una empresa sea, no solamente más humana, sino más eficiente, óptima, y por lo tanto, competitiva.

No obstante, la transformación de las empresas hacia el paradigma del humanismo empresarial forja una sociedad más productiva; pero, además, también  empresas que hacen las veces de instituciones sociales, que como la familia, aportan valores que ayudan a la cohesión y orden sociales.