Una empresa funcionará bien si tiene trabajadores que ya han adquirido un compromiso empresarial con el negocio, de manera que se mantienen constantemente comunicados con sus jefes y generan un excelente clima organizacional en la compañía. Todo se trata de mantener una actitud positiva y realizar las labores con las mejores intenciones.

No solo basta que el trabajo que realices esté bien hecho. El compromiso empresarial va más allá: se trata de sentir tal empatía por los valores y objetivos de la empresa en la que laboras, que se verá la pasión con la que realizas cada una de tus asignaciones y los resultados serán maravillosos.

¿Cómo se adquiere compromiso empresarial?

Es imperativo que exista una buena comunicación entre los socios o dueños de la empresa y sus trabajadores. Una comunicación en la que se cumpla correctamente y de manera admirable el ciclo entre el emisor y el receptor, que se trata básicamente de ser buenos escuchas y de transmitir su feedback, buscando siempre la mejora de las relaciones y los procesos, ayudará a que haya más productividad.

Además, también es importante mantener a los trabajadores motivados, mediante el reconocimiento que se les pueda dar cuando realizan su trabajo de la manera correcta y a través de las actividades que se puedan generar en conjunto con el departamento de Recursos Humanos, para producir empatía en ellos e identificación con la cultura organizacional.

Otra forma de desarrollar el sentido de la responsabilidad empresarial en los colaboradores es a través del establecimiento de metas y objetivos. Ese factor los ayudará a concentrarse en lograr lo que se les asignó, para pasar a otros niveles de exigencia que los harán crecer a nivel profesional y personal.

Hay que tomar en cuenta que no todo se basa en incentivos monetarios, hay que trabajar mucho en los incentivos personales. El hecho de hacer que tus trabajadores se sientan en confianza contigo, te permitirá ayudarlos de la manera que puedas y sentirán que en vez de tener un jefe gruñón, tienen una mano amiga que siempre está ahí.

No olvides recompensar el buen desempeño y ocuparte siempre de mantener un buen clima organizacional, demostrando que priorizas en el bienestar de los empleados, otorgándoles las condiciones necesarias para que se sientan a gusto en su lugar de trabajo y fomentando el desarrollo de las comunicaciones internas, para que las externas sean exitosas y originen frutos de crecimiento para la empresa.