Todo el que ha manejado una empresa sabe del rol fundamental que juega  el conocimiento no solo para el desarrollo empresarial, sino sobre todo cívico. Siempre he tenido presente que la educación inclusiva y es un pilar para alcanzar la sociedad que queremos.

Cuando creamos la Fundación Chito y Nena Kafie lo hicimos pensando en valores como la solidaridad y en brindar herramientas a las comunidades para su desarrollo integral. La comunidad educativa, su calidad y evolución ha sido un tema al que, como empresarios, les hemos dedicado particular atención, esfuerzo y dedicación.

Estoy convencido que haciendo la educación más inclusiva lograremos crear una generación de jóvenes profesionales y exitosos que aportarán gran valor a la sociedad de hoy y del futuro, que tanto los necesita. Hombre con valores y formación que tomen las riendas del mundo que vendrá, siguiendo parte del legado que queremos dejarles.

¿Cómo podemos ayudar a los empresarios a que la educación sea más inclusiva?

Dando protección social 

La responsabilidad social en este punto es importante. Y todo empresario, lo he dicho en otras oportunidades, debe considerar su papel para con la sociedad. Y ese rol a asumir, para mí, es la ayuda a los otros. 

La educación no puede ser más inclusiva si las necesidades más básicas de las comunidades más desasistidas, no son satisfechas. Por esto siempre me he involucrado con actividades que velen por el bienestar de nuestra gente en Honduras, a través de mi fundación

Becas

Cuando converso con otros profesionales del gremio empresarial, encuentro puntos en común entorno a formas en que podemos ser socialmente responsables como empresas, concluyendo que una de estas maneras es otorgando becas.

En la fundación que creé junto a mis hermanos hemos entregado 187 becas a través de un programa muy humano que se interesa por la gente, por las generaciones más jóvenes, procurando que logren todos sus objetivos y sean hombres de bien y de progreso, que aporten a la nación.

Con este programa, llamado Progresa, no solamente estamos ayudando a las futuras generaciones haciendo que la educación inclusiva sea también de calidad, sino a las familias, a esos padres que tanto lo necesitan. Así tenemos testimonios como el de Jeyson Rodríguez, un trabajador obrero de Lacthosa Sula: 

“Para mí es una gran ayuda, porque no solo es Misael, son dos hijos los que tengo y la verdad es un gran ahorro; es motivante, me emocioné mucho cuando me la dieron.”

Nutrición

¿Cómo puede pensar un niño en resolver una operación matemática o interpretar lo que lee si está mal alimentado? Es un hecho que somos seres biológicos y luego seres sociales, y sin atender esas necesidades primarias no podemos ser individuos de provecho para nuestra sociedad. He aquí la importancia de promover comedores para comunidades educativas con pocos recursos.

Lo importante es que tengamos presente como empresarios que la responsabilidad social corporativa debe descansar en una filosofía humanista, de solidaridad para con nuestros prójimos, y que haciendo que la educación inclusiva se expanda aun más en Honduras, estaremos construyendo una república con hombres profesionales con valores, que es lo importante.