A lo largo de mi existencia me he topado con muchas situaciones excepcionales, que al momento nos parecen extrañas, fuera de lo normal. Esto he sentido cuando me encuentro en el supermercado u otra empresa y observo a un gerente que se integra a su equipo y desarrolla el trabajo como uno de ellos. Siendo algo normal, nos impresiona, debido a que estamos acostumbrados a otros tipos de gerentes.
Se tiene la creencia de que el jefe, para inspirar respeto entre sus empleados, debe ser una persona distante y austera, cosa que es totalmente falsa y que, además, causa el efecto contrario en cuanto a rendimiento y productividad de su equipo de trabajo.
Tipos de gerentes negativos
Militar: Su comportamiento es riguroso y estricto, infunde temor ante su poder y autoridad, sin aceptar contradicciones a sus decisiones.
Autoritario: De línea dura, pero con sentimientos, ganando el respecto de su gente cuando es competente. Es considerado un buen estilo gerencial en empresas que requieren estrictos sistemas de control.
Democrático: Es un gerente competente de línea estricta, aunque sabe gerenciar con la gente y hacerlos partícipes de la organización.
Libertario: Su objetivo son su carrera y crecimiento profesional. Otorga libertades y no genera sistemas de control, lo cual agrada a algunas personas su cargo.
Bondadoso: Se pliegan al poder y son altamente respetuosos hacia arriba, a pesar de que difieren en pensamiento y no tienen la valentía de contradecir.
Claves para ser un buen gerente
Ya conocimos el tipo de gerente que no debemos ser, ahora veamos el caso contrario:
1.- Motiva a las personas: ¿Qué los hace mantenerse en la organización después de un día malo o una semana mala? No asumas que es el dinero.
2.- Hace que las personas se sientan bien acerca de lo que hacen: El gerente exitoso es excelente para identificar las fortalezas de sus empleados y aplaudirles de vez en cuando.
3.- Dice a sus empleados cuánto los aprecias de vez en cuando: Un empleado que sabe cuánto es apreciado trabajará más fuerte, disfrutará más lo que hace y pasará esa felicidad física a otros empleados.
4.- Asigna tareas que hagan mejorar a tus empleados: No solamente estás averiguando cuántos empleados puedes manejar, sino que los estás haciendo más valiosos para la empresa.
5.- No se lleva el crédito por los logros de sus empleados: Deja que ellos se lleven el crédito por sus propios logros. Esto los motiva a seguir buscando después del éxito.